Si has
perdido a un ser querido, es posible que estés sintiendo distintas emociones.
Es probable que estés triste, preocupado o asustado. Tal vez no estés
preparado, estés impresionado o confundido. Puedes sentirte enojado, engañado,
aliviado, culpable, exhausto o simplemente vacío. Tus emociones pueden ser más
intensas o más profundas que lo habitual, o estar entremezcladas de una manera
que nunca habías experimentado.
También
habrás notado que tu pérdida está afectando tus pensamientos y tu
comportamiento. Si estás afligido, es posible que te cueste concentrarte,
dormir, comer o sentir interés por las cosas que solías disfrutar. Quizás
intentes actuar como si estuvieras bien (aun cuando no lo estés), porque deseas
ser fuerte frente a otra persona. Y es posible que te preguntes si alguna vez
superarás la pérdida de alguien que significa tanto para ti.
Todas estas
emociones son reacciones naturales frente a la muerte de un ser querido. Son
parte del proceso de duelo.
¿Qué es el
duelo?
El duelo es
la aflicción que siente la gente cuando sufre la pérdida de un ser querido.
Existen muchos tipos de pérdidas y no todas se relacionan con la muerte. Una
persona también puede hacer duelo tras la ruptura de una relación íntima o
después de que uno de los padres se va del hogar.
El duelo es
una reacción natural frente a la pérdida de alguien importante. El duelo
también es el nombre del proceso de recuperacion que una persona atraviesa
después de la muerte de un ser querido. El proceso de duelo lleva tiempo y el
alivio suele aparecer en forma gradual.
Si bien todos
experimentamos dolor cuando perdemos a una persona, el duelo afecta a las
personas de distintas maneras. La manera en que te afecte depende, en parte, de
tu situación y de tu relación con la persona que falleció.
Las
circunstancias en las que muere una persona pueden influir en los sentimientos
del duelo. Por ejemplo, si una persona estuvo enferma mucho tiempo o era muy
vieja, es probable que esperaras su muerte. Aunque no necesariamente esto haga
que sea más fácil aceptarlo (y el sentimiento de duelo estará presente de todos
modos), algunas personas descubren que saber que alguien va a morir les da
tiempo para prepararse. Y si un ser querido sufre mucho antes de morir, las
personas pueden incluso tener una sensación de alivio cuando llega la muerte.
Si la persona que falleció era muy joven, por el contrario, es posible que
tengas una sensación de que es terriblemente injusto.
Pero perder a
alguien repentinamente puede ser muy traumático, sin importar la edad de la
persona. Tal vez alguien a quien conoces murió inesperadamente; como resultado
de un acto de violencia o de un accidente de automóvil, por ejemplo. Puede
llevar mucho tiempo superar una pérdida repentina, porque quizá sientas que el
acontecimiento y los intensos sentimientos que lo acompañan te tomaron
desprevenido.
Perder a
alguien porque cometió un suicidio puede ser especialmente difícil de enfrentar.
La gente que pierde amigos o familiares por un suicidio puede experimentar un
profundo sentimiento de desesperación o tristeza, porque se siente incapaz de
comprender qué pudo haberlo llevado a tomar una medida tan extrema. Incluso
pueden sentir enojo contra esa persona: una emoción totalmente normal. O pueden
sentirse culpables y preguntarse si podrían haber hecho algo para evitar el
suicidio. En algunos casos, después de una pérdida traumática, una persona
puede deprimirse y necesitar ayuda especial para aliviarse.
Si perdiste a
un familiar cercano, como un padre, un hermano o una hermana, es posible que
sientas que te robaron el tiempo que deseabas pasar con esa persona. También
puede ser difícil expresar tu propia aflicción cuando los demás miembros de tu
familia también están afligidos. Algunas personas pueden esconder su propia
aflicción o evitar hablar de la persona que falleció, porque tienen miedo de
entristecer a un padre o a otro miembro de la familia.
El duelo
puede hacer que algunas personas se sientan culpables sin motivo alguno.
Dependiendo de las circunstancias, algunas personas pueden preguntarse si algo
que hicieron (o dejaron de hacer) causó la muerte de esa persona. Otros pueden
pensar que si hubieran sido mejores personas, tal vez su ser querido no habría
muerto. Estas cosas no son ciertas, por supuesto, pero a veces estos
sentimientos y estas ideas son una manera de intentar darle sentido a algo que
es difícil de comprender.
Todos estos
sentimientos y reacciones son normales. Pero ¿qué puede hacer una persona para
superarlos? ¿Cuánto dura el duelo? ¿Alguna vez todo volverá a la normalidad? ¿Y
cómo vas a seguir adelante sin la persona que falleció?
Afrontar el
duelo
El proceso de
duelo es muy personal e individual; cada persona lo atraviesa de manera
diferente. Algunas personas buscan el apoyo de otras y encuentran alivio en los
buenos recuerdos. Otras tratan de mantenerse ocupadas para alejar su mente de
la pérdida. Algunas personas se deprimen y se alejan de sus amigos, o evitan
los lugares o situaciones que les recuerdan a la persona fallecida. Así como la
gente siente el duelo de muchas maneras diferentes, también lo maneja de manera
diferente.
A algunas
personas, las puede ayudar hablar con otros de su pérdida. Algunas lo hacen
natural y fácilmente con amigos y familiares; otras hablan con un terapeuta
profesional. Algunas personas pueden no sentir ganas de hablar mucho del tema,
porque les cuesta encontrar palabras para expresar una emoción tan profunda y
personal, o se preguntan si hablar les hará sentir más dolor. Esto está bien,
siempre y cuando encuentres otras maneras de hacer frente a tu dolor.
Unas pocas
personas canalizan su dolor involucrándose en actividades peligrosas y
autodestructivas. Hacer cosas como beber, drogarse o cortarse el cuerpo para
escapar de la realidad de una pérdida puede aplacar el dolor, pero la sensación
es únicamente temporal. La persona no está realmente afrontando el dolor;
simplemente lo está enmascarando, lo que hace que esos sentimientos se acumulen
en el interior, prolongando el duelo.
Si el dolor
parece empeorar, si sientes deseos de lastimarte a ti mismo o tienes
pensamientos suicidas, habla con alguien en quien confíes y dile cómo te
sientes, o consulta a un profesional.
Qué esperar
Puede parecer
imposible recuperarse después de perder a un ser querido. Pero la aflicción
mejora gradualmente y se vuelve menos intensa con el tiempo. Tal vez, saber
algunas de las cosas que puedes esperar durante el proceso de duelo pueda
ayudarte a superar el dolor.
Los primeros
días después de la muerte de una persona pueden ser intensos, la gente puede
expresar emociones fuertes, tal vez llorar o consolarse mutuamente y reunirse
para expresar su apoyo y sus condolencias a quienes se ven más afectados por la
pérdida.
La familia y
los amigos suelen participar en rituales que pueden ser parte de su religión,
su cultura, su comunidad o de sus tradiciones familiares (como servicios
religiosos, velorios o funerales). Estas actividades pueden ayudar a la gente a
superar los primeros días posteriores a la muerte y a honrar a la persona que
murió. La gente puede pasar algún tiempo reunida conversando y compartiendo
recuerdos de la persona que falleció. Esto puede extenderse por días o semanas
después de la pérdida, cuando los amigos y la familia traen alimentos, envían
tarjetas o pasan a visitarte.
Muchas veces,
la gente muestra sus emociones en este período. Pero, en ocasiones, una persona
puede estar tan sorprendida o superada por la muerte que no demuestra las
emociones en forma inmediata, aun cuando la pérdida sea muy terrible. Por
ejemplo, los amigos de Joey creían que él iba a estar realmente triste en el
funeral de su mamá, y los sorprendió verlo sonreír y hablar con la gente como
si no hubiera pasado nada. Cuando le preguntaron a Joey, él dijo que ver a sus
amigos en el funeral lo alegró porque le recordó que algunas cosas continuarían
siendo iguales. Joey pudo llorar y hablar sobre sus sentimientos cuando estuvo
solo con su papá después del funeral.
En algunos
casos, cuando terminan los rituales asociados con el duelo, la gente puede
sentir que deberían haber "superado" la pérdida porque todo parece
haber vuelto a la normalidad. Cuando la gente que está de duelo regresa a sus
actividades normales, puede resultarle difícil entregarse de lleno a las tareas
de todos los días. Muchas personas vuelven a realizar sus tareas normales
después de unos pocos días o de una semana. Pero si bien pueden no hablar tanto
de su pérdida, el proceso de duelo continúa.
Es natural
continuar teniendo sentimientos y preguntas durante un tiempo después de la
muerte de una persona. También es natural comenzar a sentirse un poco mejor.
Depende mucho de la manera en que la pérdida afecte tu vida. Está bien estar
afligido durante días, semanas, o incluso más tiempo, dependiendo de cuán
cercana era la persona fallecida.
No importa
cómo elijas pasar tu duelo, no existe una manera correcta de hacerlo. El
proceso de duelo es gradual y dura más en algunas personas que en otras. Puede
haber momentos en los que pienses que nunca disfrutarás de la vida de la misma
manera, pero ésta es una reacción natural después de una pérdida.
Cuidarte a ti
mismo
La pérdida de
un ser querido puede ser estresante. Cuidarte a ti mismo en cosas pequeñas,
pero importantes, puede ayudarte a enfrentarla. Aquí hay algunas cosas que
quizá te ayuden:
- Recuerda que la aflicción es una emoción normal. Debes saber que la aflicción puede desaparecer (y va a desaparecer)
- Participa en los rituales. Los servicios religiosos, los funerales y otras tradiciones ayudan a la gente a superar los primeros días y a honrar a la persona que falleció.
- Reúnete con otros. Incluso las reuniones informales de familiares y amigos brindan una sensación de apoyo y ayudan a la gente a no sentirse tan aislada durante los primeros días y semanas del duelo.
- Cuando puedas, habla de ello. A algunas personas las ayuda contar la historia de su pérdida o hablar de sus sentimientos. En ocasiones, una persona no tiene deseos de hablar. Eso también está bien. Nadie debe sentirse presionado a hablar.
- Exprésate. Aun cuando no sientas deseos de hablar, encuentra maneras de expresar tus emociones y tus pensamientos. Comienza a escribir un diario sobre los recuerdos que tienes de la persona que perdiste y de cómo te sientes desde la pérdida. O escribe una canción, un poema o un tributo a la persona que falleció. Puedes hacerlo de manera privada o compartirlo con otros.
- Haz ejercicio. El ejercicio puede cambiar tu humor. Puede resultar difícil sentirse motivado; por lo tanto, modifica tu rutina normal si es necesario.
- Aliméntate bien. Seguramente tengas deseos de saltear comidas o quizá no tengas hambre, pero tu cuerpo necesita comida nutritiva.
- Expresa y libera tus emociones. Si tienes deseos de llorar, no te reprimas. No te preocupes si escuchar determinadas canciones o realizar algunas actividades resulta doloroso porque te trae recuerdos de la persona que perdiste. Esto es normal. Después de un tiempo, será menos doloroso.
- Crea un memorial o un tributo. Planta un árbol o una planta, o recuerda a la persona con algo saludable, como participar en una maratón o caminata a beneficio (por ejemplo, una carrera por el cáncer de mama) en honor del ser amado.
Conseguir
ayuda para un duelo intenso
Si tu dolor
no disminuye después de un tiempo de la muerte del ser amado, es posible que
desees recibir ayuda. Si el duelo se transformó en depresión, es muy importante
que se lo digas a alguien. ¿Cómo saber si el duelo está durando demasiado
tiempo? Éstas son algunas de las señales:
- Has estado de duelo durante 4 meses o más y no te sientes mejor.
- Te sientes deprimido.
- Tu dolor es tan intenso que sientes que no puedes continuar con tus actividades habituales.
- Tu dolor está afectando tu capacidad para concentrarte, dormir, comer o socializar como lo hacías normalmente.
- Sientes que no puedes continuar viviendo después de la pérdida, o piensas en el suicidio, la muerte o en lastimarte a ti mismo.
En cierta
medida, es natural que una pérdida haga que las personas piensen en la muerte.
Pero si la pérdida ha hecho que pienses en el suicidio o en lastimarte a ti
mismo de alguna manera, o si sientes que no puedes continuar viviendo después
de tu pérdida, es importante que se lo digas a alguien de inmediato.
La ayuda de
un terapeuta profesional puede serte útil, porque te permite hablar de tu
pérdida y expresar sentimientos intensos.
Fuente: kidshealth.com